2022 mantiene en tendencia todo aquello relacionado con lo natural, orgánico, pet-friendly o eco-friendly, por eso no es de extrañar que los suplementos alimenticios de procedencia “natural” sean un enfoque particular en la mira de los líderes de las industrias del sueño, estrés y descanso.
Hablemos de los principales actores en la industria de los suplementos botánicos, quienes están buscando posibles terapias alternativas, principalmente para aliviar problemas de insomnio, trastornos del estado de ánimo y otras condiciones psicológicas. El mercado está repleto de suplementos de hierbas como desintoxicación, bebidas probióticas, preparados relajantes, entre otros.
Estos y otros factores influyen en el crecimiento de la industria, que al año 2022 tiene un valor en el mercado aproximado a los 30 mil millones de dólares a nivel mundial y se estima tenga un crecimiento del 7,3% cada año hasta el 2028.
No solo suplementos, también alternativas preventivas
Las optimizaciones en los suplementos botánicos con bondades propias de fuentes de aminoácidos, hierbas, especias, flores y otros orígenes que imparten características funcionales específicas, como la reparación muscular, el equilibrio energético y la pérdida de peso, relajación y hasta concentración son los favoritos de los consumidores y en ellos se han registrado aumentos considerables en sus búsquedas, además, el público se interesa cada vez más en la atención médica preventiva y la conciencia sobre la salud y la alimentación, por eso, los productos de origen o fuentes naturales son las opciones favoritas al día de hoy.
Y no es de sorprender, pues gracias a los hábitos que trajo la pandemia, los consumidores han vivido cambios de hábitos alimenticios y de auto-cuidado, por ello pronosticamos que estas nuevas costumbres se mantendrán en la vida de los consumidores, con un incremento particular en cuanto a la tranquilidad, reducción de estrés, facilitar el descanso y nutrición natural.
Las fuentes preferidas del consumidor
Hierbas, hojas, especias, flores de las cuales tomamos componentes específicos para llevarlos a polvos, bebidas, tabletas, cápsulas y hasta gomitas, o eso es lo que han demostrado los consumidores en cuanto a sus búsquedas y compras.
Durante el 2020, las hojas de plantas fueron el principal recurso de los fabricantes de estos suplementos, ¿Por qué? Porque gracias a su uso generacional o tradicional, los consumidores depositan mayor fe, por ejemplo, en las bebidas de aloe vera, el clavo, la albahaca, la menta y el tomillo, excelentes fuentes de antioxidantes.
Después están las especias, que además de agregar sabores y olores específicos a miles de platillos de la gastronomía mundial, también ofrecen propiedades benéficas para el organismo humano y aquí encontramos una doble intención al usarlos en comidas, principalmente en Asia, donde se buscaba también reforzar el sistema inmune.
Por otro lado, se estima que la sección de flores experimente un aumento en cuanto a sus búsquedas, producción y consumo, pues los consumidores han aceptado más rápidamente en la industria de alimentos y bebidas, medicamentos, cosméticos y suplementos de origen botánico como consecuencia de los aumentos en enfermedades crónicas.
Entonces, ¿en polvo, cápsula o como bebida?
Las tabletas tomaron el liderazgo en cuanto a los ingresos en los últimos dos años, seguido de las cápsulas por su facilidad de consumo, esto en países de Europa y América, pues en Asia (India y China, para ser más específicos) territorio donde la forma tradicional de obtención de compuestos directamente de las fuentes a través de infusiones o métodos tradicionales, las tabletas obtuvieron mayor aceptación.
Aun así, se espera que los suplementos en polvo representen la categoría de suplementos de origen botánico más buscados, incluso entre los nutracéuticos, donde los consumidores podrían sustituir sus preferencias de bebidas energéticas a productos para la concentración y el bienestar mental. Pero eso no es todo, porque las gomitas también proponen importantes oportunidades de crecimiento en el mercado de estos suplementos en tendencia.
Retomando el tema de los nuevos hábitos post-pandemia… ¿Será un total acierto optar por este tipo de suplementos?
Si se consideran las modificaciones en el estilo de vida de los consumidores y los intereses en los últimos cinco años ante lo que consumen, cómo lo consumen e incluso, cómo lo compran, donde su prioridad es la tranquilidad, comodidad y por supuesto, la naturalidad del producto, podemos acordar que tendremos diferentes nuevas marcas en el mercado de estos suplementos de origen botánico. Sólo queda esperar a ver las propuestas de estos productos donde existe posibilidad de potenciar cada componente gracias a las mejoras de formulaciones y mezclas con compuestos que participan en la energía y desarrollo de diferentes funciones del cuerpo humano.
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Hasta hace unos años, el aceite de pescado era utilizado solamente por recomendación médica por su alto contenido en omegas 3, 6 y 9. Esos ácidos grasos benefician en grandes niveles a la salud cardiovascular, tiene propiedades antiinflamatorias y puede reducir el nivel de triglicéridos, además participan en el reforzamiento de las venas y arterias y en mantener la sangre sin coágulos, por lo que puede relacionarse con la prevención de trombosis, embolias y derrames cerebrales.
Estos padecimientos se asocian con tratamientos médicos controlados, razón por la cual el consumidor se limitaba a buscar productos con este componente, sin embargo, los estudios de la última década han permitido considerar al aceite de pescado como una alternativa preventiva, no como un tratamiento ante cualquier padecimiento, pero, ¿El aceite de krill y el aceite de pescado son lo mismo?
No, es diferente al aceite de pescado
Iniciando por la fuente de donde se extrae cada uno, pues el aceite de pescado comercial se extrae del llamado pescado azul, como atún, arenque, caballa, salmón o trucha, en cambio, el krill es un crustáceo de apenas unos 5 o 6 centímetros de largo que vive en enormes cardúmenes y se alimenta de algas marinas y pequeñas formas de vida del fondo de los océanos.
¿Qué contiene el aceite de krill?
Lo relevante aquí son las razones que lo llevan a ser tendencia durante los últimos años, partiendo desde sus altas concentraciones de fosfolípidos, lejos de su contenido en omega-3, por ejemplo.
Los fosfolípidos participan en el correcto desarrollo de las funciones cerebrales y en controlar la grasa y lípidos de la sangre, evitando (al igual que el aceite de pescado) coágulos que llevan a problemas en contra de nuestra salud.
Aunado a esto, se ha demostrado a través de diferentes estudios que el aceite de krill posee, con mejor biodisponibilidad en comparación al aceite de pescado, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) que de igual forma participan en el correcto funcionamiento del cerebro e incluso influyen en la salud inmunológica (esto sí que es un plus). Esto significa que el cuerpo los absorbe de mejor manera y más rápidamente.
Al 2020, el valor del mercado mundial del krill era de 235,8 millones, pero disminuyó más de un 5% debido a las interrupciones en su cadena de suministro por la pandemia COVID-19, sin embargo, continúa posicionándose durante este 2022 y su valor ha aumentado a poco más de los 240,1 millones.
¿Pero qué eleva su demanda este año?
Factores como las enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, hipertensión y otros trastornos se ven beneficiados con el aceite de krill y sus propiedades. Además se ha demostrado que participa en la salud ocular y, algo sumamente interesante, es que se ha mostrado que reduce el riesgo de desarrollar autismo, parálisis cerebral y TDAH al mejorar la salud del cerebro durante el embarazo y los primeros años de vida de las personas.
Además, el aumento de enfermedades crónico degenerativas en la población de adultos de edades avanzadas les ha llevado a buscar alternativas para mantener su salud a diferencia de medicamentos para aliviar tales padecimientos. Este segmento en particular busca diferentes opciones para consumir estas alternativas de prevención, por tanto, se estima que las presentaciones líquidas liderarán este mercado, seguido de cápsulas blandas o softgel y por último, las cápsulas tradicionales.
Los productos líquidos son más adecuados para bebés y personas mayores porque reducen problemas de asfixia asociados con las tabletas (o eso dicen quienes prefieren tomar aceite de krill en jugos o bebidas suplementarias), en cambio, las cápsulas mantienen sustancias sensibles, facilitan combinaciones con otros componentes y aseguran el suministro de grasas y nutrientes liposolubles (principales agentes del aceite de krill).
Norteamérica ha sido el líder mundial en cuanto al consumo de aceite de krill, seguido de Europa y Asia y las marcas líderes en la industria mundial de este componente serán las que apuesten por estos mercados ofreciéndoles a sus actuales consumidores estos productos adicionados con otros beneficios.
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