Los millennials y la generación Z son las edades generacionales con las personas más preocupadas por su autoestima, salud mental y salud física y, particularmente, en su apariencia. Es por esto que las marcas de cosméticos se mantienen en investigaciones constantes para satisfacer las necesidades y exigencias de estos segmentos que en los próximos años serán los que más invertirán en este último factor.
Para tales segmentos las necesidades pueden variar, pero en común se han encontrado algunas situaciones que originan las búsquedas de productos para el cuidado personal y con un enfoque estético. Entre estas razones encontramos el envejecimiento, marcas de acné o cicatrices por accidentes u otras lesiones que afectan, no solamente la apariencia de la piel, sino directamente la autoestima de los consumidores.
Estas marcas por lo general no originan dolor o algún malestar a quien las posee (a menos que se trate de alguna enfermedad que precise algún tratamiento médico específico). Aún así, a la par de las búsquedas de productos que solucionen, disminuyan o eliminen las cicatrices, también ha incrementado la demanda de atenciones psicológicas para tratar los daños emocionales que estas lesiones generan.
El poder adquisitivo de estos segmentos continúa en aumento y esto favorece a la industria de estos productos, aunque no es el único público demandante pues, como ya lo mencionamos, los pacientes de enfermedades cutáneas y el segmento que quiere prevenir el envejecimiento también participan en el incremento de las cantidades y tipos de productos fabricados. Y es obvio, las grandes empresas y marcas líderes también están invirtiendo más en innovación y desarrollo de nuevos productos para poder satisfacer incluso más de una necesidad de los consumidores a la vez.
Estos factores influyen en que la industria de productos enfocados a la corrección de cicatrices incremente año con año. Al 2020, su valor en el mercado fue de 12,23 mil millones de dólares y se estima que, hasta el 2029 aumente por lo menos un 9.9% por año.
Algo interesante a comentar son los efectos pandemia. Durante los días de aislamiento la demanda de estos y otros productos cosméticos aumentó pues los consumidores tenían tiempo e interés de conocer cómo cuidar más de sí mismos para mejorar su calidad de vida en todos los aspectos posibles, pero esta cadena de suministro se vio afectada por los bloqueos entre países que impidieron el abastecimiento de materias primas para la manufactura de los productos.
Y si a esto agregamos que las clínicas cerraron por el confinamiento podemos deducir una baja considerable en cuanto a la demanda de tales productos y tratamientos, pero el futuro puede verse prometedor por la conciencia de los consumidores hacia el cuidado de su persona.
Y así como el futuro se ve brillante, también la urbanización.
Diferentes enfermedades cutáneas se originan por la falta de cuidado de la contaminación y del sol. Aunque, si no nos limitamos a enfermedades podemos hablar de falta de elasticidad o quemaduras solares, sin mencionar la pérdida de cabello. Las marcas optan por enfocar sus nuevas campañas de mercadotecnia a la concientización de estos cuidados preventivos antes de recurrir a tratamientos para atender estas posibles nuevas necesidades.
¿Pero cuántos tipos de lesiones en la piel existen?
Existen las artróficas, hipertróficas y queloides, de contractura o estrías:
Las cicatrices artróficas son el segmento líder en la generación de ingresos hasta el 2020, estas son ocasionadas por acné, por pérdida de grasa y músculo en el área lesionada debido a la producción inadecuada de colágeno para reparar la zona infectada. Ante este tipo de cicatrices las soluciones pueden ser geles o cremas, favoreciendo la producción de colágeno y elastina entre otros tejidos fibrosos.
Como resultado obtenemos un segmento en envejecimiento que busca atender sus necesidades estéticas para las cuales estos productos tópicos resultan una alternativa ideal.
A su vez, las cicatrices hipertróficas, que son ocasionadas por heridas, las podemos identificar como elevadas y gruesas como respuesta inusual del cuerpo ante la herida o al tratamiento brindado para su curación y se estima que sean las siguientes en la lista que encabeza la demanda de estos productos o tratamientos.
Las cicatricez queloides se crean por la generación excesiva de colágeno durante el proceso de curación. Suelen aparecer en zonas de piel rígida, de intervenciones quirúrgicas, quemaduras o traumatismos cutáneos. Para este tipo de tratamiento se suele recurrir a terapias con láser o, en casos más extremos, intervenciones con silicona. Este segmento se encuentra también en crecimiento, aunque las alternativas tópicas o a través de la ingesta siguen dominando la demanda.
Entonces, ¿Cuáles son los productos más vendidos?
Aquí reinan las cremas, después los geles, seguido de suplementos con colágeno y por último los tratamientos láser.
Las cremas para estos tratamientos actúan de forma inmediata porque se aplican sobre la zona afectada, así como los geles, pero estos últimos tienen una consistencia que no es la favorita de los consumidores.
Estos productos contienen popularmente manteca de cacao, vitamina D, E. aceite de coco, aceite de oliva, colágeno, ácido hialurónico entre otros componentes que brindan respuestas ante la interacción con la lesión.
Los suplementos son una alternativa que los consumidores deciden llevar a la par de otros tratamientos cutáneos para atender la lesión de forma interna y externa, pero estudios han demostrado que las opciones tópicas demuestran resultados más rápidamente.
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